Alfredo Lavergne

Rasgos Separados

 

Alfredo Lavergne. Nació en Valparaíso, 1951. Se radica en Montreal, Quebec, Canadá,  en 1976 y se suma al estudio de la obra huidobriana, a la poesía japonesa (Haiku) y a la creación literaria. Colabora en revistas especializadas, festivales y periódicos. Su obra ha sido incluida en diversas antologías y revistas de Canadá, México, Estados Unidos, España y Chile. Ha publicado nueve libros de poesía en castellano y tres bilingües en idiomas castellano-francés.

 

 

Hablemos primero de tí. La idea es conocerte. ¿Cómo era tu vida en Chile antes de que salieras del país?

 

 

Mi vida en el país natal, se desarrollaba como las de miles de chilenos de mi generación. Crecíamos en un país en que la solidaridad social había alcanzado un nivel nunca visto en el continente mestizo.

Muy jóvenes nos enteramos de los aportes a la sociedad que teorizaban las organizaciones de izquierda y los del gobierno democrata cristiano de Eduardo Frei. Fueron tiempos en que la cultura jugó un tremendo rol político. La poesía, la pintura, el cine y la música, acompañaban los esfuerzos por cambios sociales y no pocas veces eran parte del motor conductor.

 

Los jóvenes se identificaban con uno u otro partido político y la calle era uno de los miles de escenarios en que el pueblo chileno expresaba su visión del futuro. Los transfugas sociales se definían, crearon pequeños movimientos o partidos de izquierda, el arribismo se declaraba ´´progresista´´ o temporalmente apolítico y la derecha complotaba para salvar sus privilegios.

 

Eran tiempos de manifestaciones, de la poesía de Neruda, del tecito de Nicanor Parra en la Casa Blanca, de las sectarias críticas al creacionismo de Huidobro, de ´´Mis Grandes Poemas´´ de Pablo de Rockha, de informarse de la pintura de Matta, de preguntar por Claudio Arrau, de las peñas con Victor Jara, de Quelentaro, de filosofía, de educación política, del teatro chileno, de la radio, de los periódicos bajo el brazo, de la televisión participativa, de los café universitarios, del Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, del camarada, del compañero y del momio.

 

En ese Chile comencé a leer, analizar, criticar, a integrarme a la sociedad activa, a comprometerme por una justicia social y a descubrir la dura tarea de poeta. Había que estudiar y trabajar... y joven, intenté aportar como dirigente sindical del sector automotriz. El presidente del sindicato, Gabriel Pacheco, tenía 26 años, el compañero que nos asesoraba en la CORFO, Rodrigo Cuadra, más o menos 24 años y yo contaba con 20 años y a los veintidós, conocí tres feroces monstruos del imperio; el golpe de estado, los aplausos de los transeúntes y los terribles gritos de...´´ A pagar upelientos´´, mientras nos trasladaban al Chile de ellos.  

 

 

2.- Luego en Canadá. ¿Cómo fue eso de vivir en otra cultura, en qué te ocupaste?. ¿Qué hiciste?

 

Tengo bellos recuerdos de la llegada a esta otra cultura, Montreal, Quebec, Canadá, en octubre de 1975. No olvido que fue una organización católica que me pagó el pasaje y que me demoré casi cinco años en cubrirlo, porque busqué  y encontré un pequeño trabajo que me permitió estudiar.

 

Las organizaciones sociales y políticas de los chilenos en Montreal, habían alcanzado un alto nivel de compromiso en la lucha contra la dictadura. El pueblo quebequeño era abiertamente solidario, los chilenos exiliados se integraban fácilmente en este rincón francés de América y existía una librería que nos alimentaba de títulos en castellano.

 

La literatura chilena que llegaba era poca y aún menos en poesía. Durante algunos años leí a los poetas clásicos franceses, poetas quebequeños, poetas canadienses, libros de poetas chilenos en exilio y las poetas chilenas Alejandra Basualto, Teresa Calderón, Carmen Berenger, Heddy Navarro y Valdés (No recuerdo su nombre y paradojalmente mi memoria juguetona, guarda su poesía y algunos minutos en una terraza de Ñuñoa, cuando me dijo; que era una buena profesora de castellano y yo un jugador de ´´rudby´´). Los poemas de los chilenos no llegaban o estaban esperando a Memet, Aristóteles España o a Osvaldo Ulloa que ya estaba en nuestra biblioteca.  

En esta ciudad como en Chile, me integré a la lucha contra la dictadura y trabajé en poesía con los poetas, Nelly Davis Vallejo, Jorge Etcheverry, Jorge Cancino, Elías Letelier y Tito Alvarado. Los chilenos publicamos y aprendimos con poetas que venían de América Central (Salvador Torres), de Uruguay (Maeve López), de Colombia (Yvonne América Truque) y de Chicago (Hugh Hazelton). No pocos fueron los poetas quebequeños que compartieron nuestros primeros recitales, editoriales y con ellos nos unimos en interesantes antologías.

 

Los poetas chilenos que retornaron y los que aún residen en Canadá, nos prestábamos los libros de Grinor Rojo, de Soledad Bianchi, de Juan Andrés Piña, ´´Los veinticinco años de poesía chilena´´, los trabajos de Naín Nómez, los de Javier Campos, la antología de Erwin Diaz, de Manuel Jofré y Jorge Elliott. Tantos y más aportes compartidos, y el de la SECH que presidía Ramón Diaz Etérovic.

 

Fue una gran labor el integrarse a esta cultura y a la vez trabajar para desarrollarse personalmente. Ahora se trata de asociar los trabajos de los poetas chilenos del interior con los que residen sin frontera. Existen dos grandes esfuerzos, que se encuentran en www.chile-poesia.cl y www.chilenos.com . Bueno, y los portales culturales que hoy poco a poco se agigantan como aporte cultural.

 

Pero, me preguntabas ¿qué hice en esta cultura?. Trabajé un largo tiempo en mi especialidad para la General Motors, dos libros nacieron de esa relación hombre-línea enajenante y ya hace algunos años, retomé la buena costumbre de la pequeña labor, para trabajar en poesía et poésie.  

 

 

3.- ¿Desde cuándo partió en tí el afán por escribir y cómo recuerdas la aventura de publicar tu primer libro? (Desde el suelo)

 

Ese afán por escribir, comenzó en la biblioteca de mi abuelo, en el interés por la historia, en el universo de Julio Verne, en la lectura de la ´´Enciclopedia autodidacta española´´, en un pequeño libro de Braulio Arenas, en algunos de los tomos de Encina, en los cuentos que aparecían en una revista con letras color café, en un puerto abandonado, en las cantidades de libros que nos llegaban de Cuba, en los raros libros que me interesaban en el liceo, en Altazor, en las aburridas zarzuelas que pasaban por Santiago, en las palabras musicalizadas del folklore latinoamericano, en el interés por la lectura y por los golpes de un largo viaje a la ´´capital´´, siguiendo con la familia el traslado de trabajo de mi padre. Ahí nació mi primer exilio y mi primer poema fue a Valparaíso.

 

Al hablar de mi primer libro, aparece en mi memoria un bello y genial aporte a mi poesía, son unas palabras del profesor Alfonso Calderón. Estaba yo sentado en un frío pupitre escuchando su disertación acerca de la creación poética, de los aciertos y errores de su ´´Antología de la poesía chilena´´ y como consejo a jóvenes poetas, dijo; que no había que apurar el primer libro, que el poeta debía madurar y trabajarlo lejos de la dañina velocidad mecánica. No podría afirmar que fueron exactamente sus palabras, pero así comprendí y así somos los malos alumnos, publiqué un primer cuaderno que lleva por nombre ´´La primavera piedra´´ y fue un trabajo que merecía más tiempo en su interior. Pero, como el título de ese libro son mis versos, piedras. A veces lanzadas y otras, depositadas dulcemente en el concreto.  

 

4.- Eres un estudioso del haiku, háblanos un poco de ese tipo de poesía japonesa. (Alfredo Lavergne tiene un excelente artículo sobre este tema en www.escritores.cl/base.php?f1=varios/haiku.htm)

 

Si nos vamos tras la huella del haiku, ese estudio nos lleva a la primera antología poética reunida en el año 760 de la Era cristiana, ´´Poemario de diez mil hojas´´ y a los de la antología de poesía japonesa ´´Konin-waka´´, recopilación que ordenara la corte imperial en el año 905.

En esas dos antologías encontramos poemas largos y de menor extensión. Tankas, poemas de treinta y una sílabas (5,7,5,7,7,) y rengas, poemas también de 31 sílabas, pero que se componen de dos partes, la primera de 17 sílabas (5,7,5) y la segunda de 14 sílabas (7,7).

 

En Adaptación y selección de haikus japoneses. Haiku o jaiku´´, entiendo que de esos estilos y específicamente de la estrofa (5,7,5) de la renga, comenzó a desprenderse el haiku. Si lo vemos así, podemos sugerir que el haiku, es un cambio o enfrentamiento entre los tradicionales estilos de la poesía japonesa. En su primera época, un estilo cargado de filosofía budista, hinduista, confusionista y luego inevitablemente, se abre a los aportes culturales de occidente y eso, respetando siempre su minimalismo y la estética propia a la cultura nipona. Hoy captado y laborado en regiones de otras culturas.

Deseo además, recordar que el estilo japonés, aparece con mayor fuerza una vez terminada la exclusividad con que cortesanos y nobles ejercían la poesía. Una vez al alcance de la burguesía, a mediados del siglo XVII, se difunde y la plebe presenta su haiku. Siglo que nos entrega como uno de sus más distinguidos entre los clásicos ´´jaidines´´ (el que hace haiku), a Matsuo Basho (1644-1694).

 

Ya dije una vez (bajo la generosa influencia de la escuela de estudiosos del estilo), que el haiku era un sector poético resumido a fórmulas antiguas. Pero, ´´jaidines´´ japoneses contemporáneos y de otras fronteras idiomáticas, me obligaron a avanzar cuando nos obsequian por ejemplo, el haiku urbano, el haiku a partir de la observación de una fotografía y a veces más simplemente, el haiku en su evolución.  

 

5.- Dentro de lo mismo, existen muchos autores que como ejercicio tratan de mantener la estructura silábica, pero esto no coincide con el lenguaje japonés. Sin embargo tú no respectas necesariamente esto en tus haikus (es cosa de ver ´´Palos con Palitos) ¿Cómo construyes tus propios haikus y qué criterios usas para catalogarlos así?

 

El haiku, de ninguna manera debería ser considerado y menos estudiado como un ´´estilo estático´´, lo desmienten los muchos cambios que ha aceptado en el tiempo, tanto en el sentido estético como en su expresión.

 

Cómo obviar lo que le impone al haiku y a toda creación, la triste ´´evolution´´ del hombre que destruyó y manipula la naturaleza, las posibilidades que ejerce la sociedad en la recepción del poeta y la cultura del ´´jaidin´´ frente al paisaje, que pasa por la ´´natural toma de conciencia del artista´´.  No olvidemos que los especialistas, no hace mucho, creían que el haiku debía obligatoriamente tener ´´kigo´´ (referencia a una estación del año). ¡No son esas, viejas afirmaciones!  

 

Yosa Buson define el haiku como ´´un círculo sin fin´´, un círculo recreado por el ´´jaidin´´ en la naturaleza. No es dificil hoy encontrar cambios en el paisaje poético del haiku contemporáneo con algunos clásicos. En ciertos haikus clásicos, descubrimos el hambre, la soledad, el frío, el hostil páramo, el amor, los horrores de la guerra, la muerte, golondrinas surgiendo de los orificios nasales del buda o cerezos abandonados.

Tengo que contar que con esta misma pregunta me he sentado muchas veces a observar el haiku de Masaoka Shiki : Toda la jornada / Siempre en el mismo lugar / Trabajando la tierra. Este poema cargado de cultura minimalista japonesa, se niega a aceptar ser una mala fotografía o un ejercicio mesurador.

 

Pienso sinceramente que para nosotros, poetas o lectores no orientales, es una sana práctica por ejemplo, leer una vez más INRI de Raúl Zurita, los poemas de Tomás Harris, Verónica Zondek, Eduardo Llanos y los versos de los jóvenes. Lo propongo como una práctica de libertad constructiva, como un viaje para dejar atrás a los ´´controladores silábicos´´. Luego, regresar a nuestra inquietud indagadora y al haiku, que ha influenciado mucho alguna poesía latinoamericana, los poemínimos, los micropoemas, los minipoemas, los geogramas, la ´´antipoesía´´ y porque no decirlo, al minimalismo occidental.

 

´´Palos con Palitos´´, es un libro lleno de la hermosa influencia minimalista japonesa. Sin limitaciones métricas, son poemas titulados, son mi amor por el haiku y por lo que envuelve toda esta conversación, la poesía.  

 

6.- Hablemos de otra parte importante de tu vida. En 1988 viajaste a Guatemala de donde surgió tu libro ´´Rasgos Separados´´. Cuéntanos un poco acerca de esa experiencia.

 

´´Rasgos separados´´ es el resultado de mi estadía en América Central, algunos años antes de la fecha de publicación, 1988. En ´´Desde el Suelo´´, uno de mis anteriores, me acompaña en el prólogo un amigo guatemalteco, Rodolfo Escobar y ´´Rasgos Separados´´ lo firma el poeta Salvador Torres (salvadoreño). Con ellos en Montreal, compartimos experiencias de exilio, la poesía de Otto René Castillo, Ernesto Cardenal, Roque Dalton, Oliverio Girondo, José Lezama Lima y tantos otros.  

´´Rasgos separados´´ es la huella de un viaje minimalista con aquellos amigos que saben que falta mucho para la justicia humana y que la mentira es globalizante.

América Central es el lugar en el cual interioricé una poesía profundamente simple, el ojo de los caseríos dispersos, la entrega como creador, otra experiencia humana y finalmente el encuentro geográfico con la raíz cultural.  

Ahí escribí: Pobres soldados / y su forma de mirar. Y en la Avenida José Marti, un bello peatonal: Camina el guatemalteco / Sin exagerar / la palabra / commMmmer. Ahí viví una vez más, la incapacidad en la práctica o el ´´no querer actuar´´ de los partidos de izquierda tradicional y de las ´´organizaciones cometas progresistas´´, en la doble explotación de la mujer latinoamericana y en la lucha de los pueblos autóctonos.  

 

7.- Chile es el país donde más se publican libros de poesía, sin embargo se vende muy poco; una encuesta habla de un 4% de venta. ¿Cómo es la situación en Canadá?

 

Bueno, tomando en cuenta que ciudadanos de muchos y  diferentes países, dicen que el suyo ganó cierto concurso de ´´la bandera más linda del mundo, repitamos con humor que hoy en Chile, existe un verdadero programa cultural que estaría mostrándonos algunos aciertos en cuanto a publicación de poesía y que se venderían lamentablemente sólo el 4%.

 

Yo digo que en Chile se vende el 96% del 4% de poesía que logró ser publicada. O sea, que el 96% de venta, es igual en porcentaje al de los libros que no pudieron ser publicados por falta de apoyo económico cultural. Y estimo que la problemática del libro en Chile como en otros países, comienza en la educación, en el poder adquisitivo, en el quietismo intelectual que genera el consumismo, en las 48 horas de trabajo enajenante, en la telere-alidad, en las canciones del tra-la-la, en los ministros de cultura que tratan el libro como elemento de consumo y no cultural... y como elemento cultural, acechado por las taras sociales antes nombradas, por la globalización de la necedad, necesita apoyo económico y de un organismo cultural estatal que se limpie de los altos costos del neo cueteo político.

 

Hace algunos años, Diego Muños V. publicó un inteligente texto en que invitaba a los escritores, a trabajar por la eliminación de los impuestos que los chilenos pagan al comprar el elemento cultural libro. Invitaba a trabajar por ese proyecto, con la fuerza con que los escritores defendemos otras ´´nobles causas´´. Mucho es el silencio, pocos los que se contactaron con el escritor.  

 

En Canadá existe el ´´Conseil des Arts du Canada´´, organismo independiente políticamente del partido de turno, que designa dineros a escritores y editores. Existe además, un organismo responsable de revisar los movimientos de los libros en las bibliotecas y pagar los derechos de autor a los utilizados. En Canadá nos encontramos con editoriales dedicadas exclusivamente a poesía, que producen una muy buena cantidad de libros, gracias a un proyecto de ayuda económica concreta. Pero las ventas, como ´´afirman´´ en Chile, son alrededor de un 4%.

Y volvemos a la educación, a la enajenación, a los ministros politiqueros, a la teler-ealidad, al exceso de horas de trabajo, a los toros privatizadores, al imperio del mañana, etc.  

 

8.- Hugh hazelton te incluye en un nuevo movimiento literario que se llama Literatura Latino Canadiense. ¿Qué visión tienes tú de ese movimiento? y ¿Te consideras parte de él?

 

 

Existe en Montreal, Quebec, una dinámica literaria destinada a ser una obra colectiva y forman parte de ella poetas como Alberto Kurapel, Tito Alvarado, Jorge Cancino, Blanca Espinoza, Francisco Viñuela, Salvador Torres, Yvon América Truque, Alejandro Sarabia, Gilberto Flores Patiño y otros. Todo un grupo o movimiento literario latinoamericano, dentro del intercambio cultural denominado Quebec, Canadá.  

 

Montreal, es un campo en el que se entrecruzan diferentes culturas literarias que se reclaman creativamente como movimiento y nuestra transculturación, cuenta con el apoyo de especialistas como Hugh Hazelton.  

 

Pero, los poetas de origen latinoamericano debemos trabajar informados que Canadá es un espacio capitalista globalizante, que ha reducido aportes culturales como el del culto exilio haitiano, a simples intercambios que lentamente traslada a su estómago monocultural ´´affamé´´ de diversidad.

 

 

9.- Existe en este momento en Canadá alguna manifestación o movimiento literario diferente en donde también participen autores hispanos o son más bien escrituras dispersas e individuales como ocurre en Chile.

 

En Ottawa, encontramos el trabajo cultural del poeta chileno Elías Letelier. Su portal abiertamente antiimperialista www.poetas.com , acoge textos de poetas que publican en castellano y cuenta con su propia editorial. Letelier, con el poeta Hans Schuster colaboran con la poesía chilena en su portal www.chilenos.com .

En Montreal, el poeta Tito Alvarado es el presidente del Proyecto Cultural Sur. Intenta ese grupo cultural, formar una red latinoamericana y cuenta lazos con nueve países del continente. pcsur@aei.ca

También en Ottawa, encontramos y esta vez al más activo de los grupos literarios de Canadá, ´´El Dorado". Dirige esta labor Jorge Etcheverry y con Arturo Lazo, Erik Martinez, Luciano Díaz, son los poetas que formarían un movimiento literario chileno en Canadá inglés.

Existen algunas editoriales que publican limitadamente en castellano y el  nuevo personal trabajo de Julio Torres Recinos en Saskatoon, con la editorial Amaranta Press... amaranta@sasktel.net

 

Son esfuerzos individuales con rasgos de colectivo cultural.  

 

 

10.- Jorge Etcheverry en el prólogo de uno de tus libros te cataloga como : ´´La más destacada voz poética del Quebec´´. ¿Qué opinión tienes de esto?

 

Cuenta mi trabajo poético con críticas positivas y con aportes amargos. Así los ´´clasifico´´ y acostumbro no comentarlos, porque el factor personal no permite captarlos parcialmente y porque considero que opinar de esos escritos, no forma parte de mi labor de poeta.

Lo anterior, un poco aceptando el consejo indirecto de uno de los artículos publicados por José María Memet con respecto al encuentro, ´´El regreso de 12 poetas chilenos de la Región XIV, de enero del 2005´´, organizado por Chilepoesía... Es saludable, evitar la ´´Región de la envidia´´.

 

Prefiero invitar a los lectores de tu portal, a leer algunos de mis publicados en www.yoescribo.com - www.escritores.clwww.poetas.com , los textos de crítica literaria que aparecen publicados en diferentes portales, de Hugh Hazelton, Jorge Etcheverry, Luis A. Torres, Margarita Feliciano, Sylvie Perron, Fernando de Toro, Julio Torres-Recinos y en especial el de Norman Cheadle, que trabaja la novela de José Leandro Urbina, ´´Cobro Revertido´´. Santiago: Planeta, 1992. http://artsandscience.concordia.ca/cmll/spanish/antonio/ACH_Con_Ab/ACH_CA_Norman_Cheadle.pdf

 

11. Tienes la tribuna abierta para decir lo que quieras...

 

 

www.poesia.cl

a./ Miguel Moreno y Sandra Maldonado.

 

Quiero decirles a los poetas que publiquen más.

A los críticos que sigan con su labor.

 

A los poetas humanistas, que suelten el mono.

A los poetas iconoclastas, que sin forma son nada.

A los poetas de la SECH, que voten por Carlos Ruíz.

A los poetas comunistas, que cayó el muro de Berlín.

A los poetas de la Región XIV, que no esperen el puente.

A los poetas troskos, que se borren del ´´Reader´s Digest´.

A los poetas antiimperialistas, que el papá les cambie el ´´Lap top´´.

A los poetas que trabajan en el FONDART, que se acaban las becas.

A los poetas anarquistas, avisarles que construyeron un mito machista.

 A los poetas de la Concertación, que hagan una oda al facismo sonriente.

A los que sueñan con el Nobel para Parra,

que para la Madre Teresa también.

A los poetas inéditos,

que cuenten con los dedos la ayuda de los vates publicados.

 

A las figuritas de la prosa poética,

que continúen con su circo difamatorio

y peleas de callejones virtuales.

 

Finalmente,

enviarles un inocente deseo de unidad,

acompañado de mi personal saludo

al portal más representativo de la realidad cultural chilena

y en especial de la poesía chilena, www.poesia.cl .

 

 

POEMA DE ALFREDO LAVERGNE.

 

AMAMOS.

 

I

 

Amamos.

Así es la estrella que cargamos en el puño

y así de simple nos clavaron a los zapatos.

 

Yo,

viajé y viajaré

de casa en casa,

siguiendo el tendido eléctrico.

 

Que va de soledad en soledad

Que es un presuntuoso plagio al horizonte

Que son la miserable extensión de la vida

Que es larga sombra en la nieve

Que se arrastra por la tierra

Que son surcos dejados por otras tristezas

 y que van, porque no regresan.

 

Así,

también te alejas del sufrimiento

y un poco a sabiendas,

tras la nada,

amamos.


 

II

 

Un día,

dejamos la mitad de una puerta

y la ciudad donde recreamos el pasado.

 

                 - Por ejemplo: Valparaíso.

Corazón eterno de mi ataúd imposible

  Puñado de polvo a orillas del agua

              Marea pensativa de las hilachas.

 

Esas eran calles anteriores.

 

Y despertamos

a la luz de las bisagras,

de las esquinas,

de novelas de perseguidores

o a la luz nostálgica

de encendedores desechables.


 

III

 

Ni todas las noches ni semanalmente.

 

Cada ciertos años,

       recordamos ese rostro

pegado al invento.

 

Ese amor corregido y estático:

 

Como el reloj que carga el poeta en exilio

Como la oportunidad que tiene el desposeído

Como el triunfo de la muerte en el cadáver.

 

Si acumulamos todo nuestro dolor,

grande es la cadena

que nos lleva a esos amores.

 

¡Distraídos!

 

El vaso de líquido que nos acompaña

en la lectura,

es para decorar el insomnio.


 

IV

 

Se levantan temprano los campanarios.

 

Aún es tiempo de versos lentos

       y de amores fugaces:

 

Lo que Borges no vio, no es.

 

El gran proyecto es la fiebre del alma

Las torres son flechas a la carne

La cruz es un coqueteo de la montaña

Dios, sería el responsable del inspirado.

 

   La muerte nos habla

de amor                                de poetas.

 

Y nos despertamos gritando:

   - No estamos

SOLOS

    solos solo slos

      sols slo olos los olo lo o


 

V

 

Y entonces,

salimos corriendo

tras el periódico de la ciudad,

que por otros hilos intenta el universo.

 

A la metrópoli que castiga el océano

A la arboleda entregada al cartón

A la del mineral cayendo por chimeneas

A la del ejército ambientalista

A la de los alimentos transmutados

A la de artificiales pasaportes

A la alcaldía donde ignoran el tiempo

y el espacio de la esperanza.

 

Y de noche,

tiernamente, un temblor

nos golpea la ventana.

 


 

VI

 

Del miedo a la soledad,

al terror a la cesantía.

 

En la hilera de caminos sin escape

Bajo los cables del alumbrado mecánico

Entre ondas cancerosas de incomunicación

Por las curvas ideológicas de la injusticia.

 

Hasta que encontramos

algún tenso representante

de los heridos por la monotonía.

 

Que nos recuerda:

Que todas las ciudades están cortadas en dos

Que ese alambre meridional es la ley de la vida

Que es una línea que también piensa en uno

Que es un cordón que aprieta con piedad,

para que  un día no existan más como nosotros.

 

Y que es el colmo de la ignorancia,

mirar un amor ajeno y del otro lado.


 

VII

 

Ya estoy cansado de los límites de la ausencia

y no tiro de la cuerda por mi ciudad.

 

Soy la obediencia misma

Soy el quieto madero

Soy el montón

Soy menos

Soy lento

Soy tan

Tan.

 

Si me dieran otra oportunidad,

trabajaría por ser un poema largo,

libre y de amor.

 

Con algunas erróneas rimas,

para disputarme con el otro riel.


 

VIII

 

Oh gran amor, oh primer amor.

 

Navío hacia a la anécdota social

Paso anterior al abismo modificado

Reflejo azul sin mensaje

Elástico abanico para hojas en blanco

Tumba platónica del músculo

Nocturnos al pasado del seno

Comunión de recompensas sociales

Abundancia de la raza del silencio

Ángel guardián de la fe: Herida.

 

Oh primer amor, oh pequeño amor.

 

Oh, paseo por la infancia del cuchillo.


 

IX

 

El amor,

ya esta entre nosotros.

Y a pesar de su velocidad,

de la rapidez de sus desplazamientos,

de las muchas formas en se habría visto,

del supuesto y misterioso origen, es posible identificarlo.

No por sus antenas, ni por su radar, ni por su escafandra.

Pretenden: Quienes aman, antes de conocerse.


 

X

 

¿Quién eres tú?

 

Preguntó no sé que parte del cuerpo,

a un pedazo desconocido,

del que hoy llamas interior.

 

Al que nos pasea por las calles del adoquín

Al que deja atrapando animales domésticos

Al que nos lanza al movimiento centrífugo

Al canto dramático jocoso de los hombros

Al que por cosas de la vida.

 

Te preguntan y te respondes.

 

Antes de saber,

que las cortinas, no pocas veces,

son nidos de escenas clandestinas.


 

XI

 

Y si alguien nos pregunta

y sabe que vamos sin manos.

 

-¿Amas?

Y luego

-¿Eres hombre o mujer?

 

Ya sabemos que:

 

Así de imperfecto es el ojo y la conciencia.

 

Así, incómodamente una silla es femenina.

Así, es la burda autocrítica del cenicero.

Así, la voz nos dice que estamos aquí

y el oído, que la criatura es tu desengaño.

 

Porque besamos

en medio del descalabro

o en algún entreacto,

de la opera de alarmas de seguridad,

de la propiedad privada.


 

XII

 

Señor de cabizbaja reverencia a la muerte

Señora de pasajero saludo al ojo

 

Todos ustedes.

 

Fuentes de halago a la gracia del caracol

Cuerdas de la narrativa del clasificador

Cuellos portátiles del incienso

Hongos de intentos vitalicios

Seres del país de madera

 

Señores y señoras, que dicen:

- Amar,

  es un descanso,

  que a nadie se niega.

 

Este poemario corto... termina así:

- Amamos,

  porque nunca

  íbamos a ser diferentes.

 

 

Enlaces a la obra y biografía del poeta:

 

http://www.portaldepoesia.com/TEXTOS%20DIGITALIZADOS/Alfredo_Lavergne.htm

http://www.yoescribo.com/autor.asp?id_usr=qbc2O7QnN5pWi7m4m3yG

http://www.poetas.com

http://www.chilenos.com

http://www.escritores.cl