N E D A Z K A   P I K A

P A L A B R A   E N   A C C I Ó N

p o r   M i g u e l   M o r e n o   D u h a m e l

 

 
 

 

 

   

 

 

Escritora y gestora cultural de ánimo incansable, Nedazka Pika se mueve en los terrenos de la literatura activa, no le basta con escribir, también es un motor para facilitar que muchas otra personas se reúnan en torno a las palabras.


 

 

 

 

 

¿Quién es Nedazka Pika?

 

Nací en el Barros Luco, en San Miguel y viví mi infancia y parte de mi adolescencia en La Cisterna, en la casa de mis abuelos paternos.  Estudié en el liceo Santa Isabel de Hungría, luego, secretariado (la verdad no era mi carrera).  Estudié armado y configuración de computadores; después descubrí el diseño gráfico, egresé de esa carrera de la Fundación DUOC. Mi infancia fue en una familia de clase media católica, fui bautizada y realicé la primera comunión.  Siempre recuerdo cuando me subía a los árboles o al techo y pasaba horas mirando el cielo.  En lo literario, fui parte de joven del Círculo de Escritores de La Cisterna, cuando estaba Ana Veliz de presidenta, después, por los estudios y el trabajo, me alejé, pero seguía escribiendo, fui parte del taller de poesía del maestro Frans Gris, por varios años, de hecho es quién le colocó el nombre a nuestra revista.  Cuando dispuse de más tiempo me entregué al proyecto cultural, que es lo que hago ahora.  Mi objetivo es lograr un terreno en provincia que sea un espacio para los artistas, para que puedan pasar los años de vejez, un espacio cultural donde se realicen encuentros y talleres.

 

¿Cómo llegaste al mundo de la literatura?

 

La literatura para mí siempre fue importante.  Cuando era niña escribía poemas bajo el seudónimo de María Gabriela, pues era fanática de la Gabriela Mistral.  Por lo general ganaba los concursos literarios que organizaban en el colegio o en la comuna, además que siempre andaba por la casa de la cultura de La Cisterna, era parte del ciclo joven del Círculo de Escritores que dirigía Ana Veliz, esto era en el año 1994, yo iba en primero medio, además de pertenecer en esa época al consejo comunal juvenil y a la federación de estudiantes secundarios de mi comuna, siempre me gustó la poesía, pero igual incursionaba de forma eventual con relatos o cuentos cortos. Gané un tercer lugar con un cuento en un concurso de la Intendencia Metropolitana el 2005.  En Cartagena, donde estuve viviendo unos años, gané el 2007 el primer lugar del concurso poético Vicente Huidobro.  El 2010, en Santiago, se me nombra ganadora el Premio Nacional Lagar.

 

¿Cuáles son tus escritores favoritos y por qué?

 

Tengo muchos, Nicanor Parra, a quien conocí de adolescente, me gustaba por su irreverencia; Rimbaud, por sus imágenes en su poesía; la Stella Díaz Varín, por sus poemas y su performance; Cristián Condemarzo, por su poesía irónica y critica; Ezra Pound, que me costó mucho encontrar sus poemas; Constantino Cavafis que me enseñó mucho de poesía erótica; Sergio Parra con su libro La Manoseada que lo leí un millón de veces, por nombrar algunos porque la lista es larga.  Ahora, de los escritores que me marcaron podríamos hablar de Rayen Araya con su poesucia, que para mí fue un hallazgo o la Eli Neira, con sus textos que muestran una mujer diferente a las tradicionales; la Graciela Huinao, que transmite la cultura Mapuche; Saúl Schkolnik me gusta mucho para leerles a los niños; Manuel Sepúlveda, en fin son tantos autores 

 

Eres una gestora cultural, hablemos un poco sobre esta experiencia.  Partamos por la agrupación “La Alternativa”.

 

La verdad es que me encanta hacer eventos y tratar de ayudar a difundir cultura. La alternativa fue una agrupación que fundé porque me habían echado del Círculo de Escritores de la Cisterna, porque no encajaba.  Yo quería hacer muchas cosas como sacar un libro al mes por autor y una revista al mes; en vez de mandar a hacer los libros, comprar una buena impresora y hacerlos nosotros, pero la verdad es que el grupo, por cierto compuesto por mucha gente de la tercera edad, no llevaba el ritmo de lo que yo quería, se sentían invadidos, hubo muchos momentos en que sentí que estaba demasiado loca para lo que quería lograr, pero como soy de esas personas que mientras más le dicen que no lo haga, que no va a resultar, que pierdo mi tiempo, más lo hago, entonces busqué personas que quisieran marchar a mi ritmo, queriendo mejorar, cooperándonos; así empecé todos los jueves en La Cisterna con los Jotes Literarios, que eran reuniones que hacíamos en un restaurante con micrófonos abiertos, aceptábamos músicos, poetas, pintores, cosa que no hacia el Círculo de Escritores en sus reuniones, las nuestras eran abiertas y regalábamos la revista Entre Paréntesis y tomábamos vino con coca cola, de ahí el nombre de jotes literarios, además se grababan y se subían a Youtube dejando el registro; fue una apertura al mundo literario, teníamos auspiciadores entre esos el restaurante donde nos juntábamos, que nos ponía una chorillana para la junta, El Ñancu, que es una picada en la Cisterna, algo así como la higuera o la piojera, Felicilandia que es una empresa de juegos infantiles se ponía con 100 lucas al mes, por lo que la revista se pagaba sola y las juntas en el Ñancu siempre teníamos invitados, ya que contábamos con estos 2 auspicios, allí llegaron muchos personajes, como Marcelo Valdés, Trovamundo, Rubén Boronat, José López, Floridor Pérez, Frans Gris, Juan Labarca, en fin, se empezaron a integrar cada vez más a esto y empezamos a pensar en un lugar más apto.  El escritor Carlos León, quien había llegado por invitación de Facebook, nos cuenta que en el TallerSol hay un día con espacio, pero que es los miércoles, que queda en el centro de Santiago, y fue así como llegué al TallerSol.  Ahora bien, La Alternativa tiene la característica que acepta a cualquier persona, por lo que muchas veces nos enfrentamos a diferencias de opinión por lo que costó mucho mantener en el tiempo las tertulias, ahora después del estallido social La Alternativa se enfrentó a una crisis y se decidió, por acuerdo común, cesar las actividades hasta nuevo aviso, ya que el grupo tiene personas con diferentes perspectivas y necesidades, pero la revista, que consta con un equipo editorial diferente a los alternativos se mantiene en el tiempo.        

 


 

 

De izquierda a derecha: Antonio Kadima, Juan Cámeron, Nedazka Pika, Antonio Watterson y Renato Salinas.

 


 

Háblanos de la revista “Entre Paréntesis” de la cual eres la directora.

 

Bueno la revista nace primero que La Alternativa, de hecho esta surge para complementar a la revista.  Entre Paréntesis se fundamenta en que cualquiera que desee publicar un texto lo haga, aceptando de manera afable las recomendaciones del editor, ya que se trabajan los textos con los autores, cuando empieza la revista parte con Frans Gris como editor, poeta y pintor de La Cisterna, luego pasa a Alfonso Ruiz, un decimista también de La Cisterna, después queda en mis manos la edición, porque es un trabajo agotador cada mes sacar una revista, donde los autores son novatos o aficionados con textos que necesitan ser revisados por un tema de corrección ortográfica o gramatical, los editores se cansaban rápido, después estuvo un tiempo Rayen Araya, la poesucia, después estuvo Victoria de los Ángeles, que es la mejor editora a mi parecer que hemos tenido, quien se fue por razones de trabajo; 2 ediciones las realizo Arturo Ruiz, pero Arturo no corregía los textos, por lo que no servía para el perfil de editor que la revista necesitaba,  estuve un par de meses sola pensando en qué hacer y en una reunión con Aukan Mapu resolvimos que había que crear un equipo editorial, que fuera de diferentes personas y áreas, y se creó el actual compuesto por: Cindy González Muñoz, Juan Húsar de la poesía, Facundo Miró, Aleída García Catellano, Subjetivo,  Frans Gris, Jorge Etcheverry, Luis Bernal, Nelson Silva Ovalle, Aukan Mapu,  Yamil Valenzuela, José Quiroz,  Florentino Carreño, Javier Ossandón, Paulina Correa, Leonel Huerta,  Paulina García, Sol Muñoz y yo; todo esto más los aportes al correo que son otro complemento de la revista, además de las mini antologías, y del publica tu libro que permite la difusión de escritores emergentes. 

 

Y sobre la labor que desempeñas en “Publica gratis”.  Independiente de que es una acción loable ¿No crees que muchas veces la gente publica dominada por el ego más que por un valor literario?

 

La verdad es que hay muchas personas que lo hacen por una banalidad o por el ego, pero me he topado con muchos otros casos, como el de jóvenes talentosos que les falta plata para publicar y otros como de personas de la tercera edad que tienen un sueño de ver su libro publicado y que por los altos costos o lo engorroso de los proyectos no lo pueden hacer,  o peor aún, por estafadores que han pedido el adelanto del libro y han desaparecido.  El  poder ofrecer una oportunidad a esas personas, que sean descubiertas por verdaderas editoriales o que puedan salir a lecturas con algo propio, algo que sea una carta de presentación frente los demás pares y amigos, hace valorarse, porque a veces nos hace falta dar el paso, creer en uno mismo.  Ahora, el proyecto igual se amplía este año precisamente para ayudar a las organizaciones o grupos con las antologías o revistas, que permite a comunidades y organizaciones a mostrar su trabajo y unirnos, que es lo que tanto falta, unirnos.

 

“Porque cada cicatriz de mi cuerpo habla de un pasado, un pasado que se ve reflejado en mis escritos”, un párrafo de “Manifiesto” que aparece en tu libro Sex in the Pobla, un trabajo que surge desde los márgenes sociales y políticos de Chile.  Lo publicaste el 2017, por favor cuéntanos de este libro.

 

Este es un libro que habla de muchas vidas, situaciones y anécdotas desde la marginalidad.  En el poema “MANIFIESTO”, que escribo como homenaje a Lemebel, que después lo hicimos performance con Poesucia, Sex in the pobla, habla de una mujer que ha vivido toda su vida sobreviviendo, tratando de mantener la casa, discriminada incluso por su familia.  Este es un libro creado con el objetivo que se hable en un lenguaje de coa y cada personaje de este libro es un personaje real, SEX IN THE POBLA, que es el primer poema, habla de lo que se ve en la población Santa Magdalena, Covarrubias con Observatorio, si salías a caminar te dabas cuenta de todo lo que pasaba en el barrio y de lo preciada que es la ceniza para los adictos a la pasta, “VIEJA ZORRA”, habla de una vecina de La Cisterna que vende pasta,  que hasta ahora lo hace, “LA SANGRE NOS UNE”, Es la historia de una niña que pertenecía al SENAME y fue violada por su papá, “HIJO DEVOTO”, es la historia de Belinda un travestty que se operó y trabajaba en Vespucio, “MAMITA” Es la historia de una abuelita que vende agua mineral en el metro Estación Central, “LA TÍA QUE VENDE PITOS” Ella vive en la Santo Tomás y hace poco casi matan a su segundo hijo, “SENAME PUDAHUEL”, es una historia que me contó una amiga de mi hija un día que llego a mi casa; Sex in the pobla es un análisis sociológico de las personas, de sus vidas en su idioma, porque las personas hablamos diferentes lenguajes y vivimos la vida de diferente manera, para algunos los viernes es salir a un pub, para otros es ir a darse una vuelta a la plaza y tomar una cerveza, y otros es ir al peladero y fumarse unas pastas, este libro la verdad es como mi versión de poeta sucia, la versión de una sociedad diferente.

   

Ahora preparo Sex in the pobla 2, que es un libro de cuentos de terror y está dedicado a Amanda, de quien es el primer cuento, es la historia de un travestty que muere por una sobredosis en la casa de Winston Michelson, un caso real,  este cuento se compone de diferentes historias de trabajadoras sexuales, historias reales, ocurridas en la época del inicio de milenio, época en que el barrio Suecia de Providencia era el centro de la farándula, droga y prostitución, además vienen unos cuentos de terror que son de ficción, para los que me ayudó mucho Arturo Ruiz  y Sandra Sanz.

  

Pasemos a hablar un poco de los estremecimientos sociales de los últimos meses, tu opinión acerca del estallido social de Octubre en Chile.

 

La verdad es que hace rato que esperábamos que Chile reventara, son demasiados los abusos impuestos por la política Chilena, que la verdad fue una continuación de la dictadura y del régimen neoliberal que nos oprime, creo que este es el momento de cambiar, una nueva constitución quizás no sea lo que genere el cambio, puesto que si el gobierno quisiera mejorar las necesidades que tienen las personas lo haría, pero es un paso para poder iniciar una nueva generación histórica enfocándose en las necesidades reales de nuestra tierra y gente.

 

Y de esta epidemia mundial que amenaza con llevarse a una buena parte de la humanidad, tu opinión sobre el fenómeno COVID 19.

 

La verdad pienso de este fenómeno, el que ocurra justo en un momento en el que se realiza una protesta social a nivel mundial, deja como ver una conspiración, pero en fin, esta epidemia avanza sin piedad, los casos de Italia y de China,  por lo que hay que entender que es necesario cuidarse y que depende de nosotros que esto se contenga, aunque sinceramente, pienso que a la tierra le hace falta menos humanos.