Ser un escribidor es otra manera del ver el oficio literario.  En algún lugar de Latinoamérica se le llama así a quien  

   escribe por encargo, a aquel que, por extensión, es un obrero de las letras.  También, si quieren, es volver al antiguo tópico literario de la falsa modestia. 

Guillermo Durán, Guidú, es un ilustrador chileno de la generación de la Quimantú de los '70, cuando esta editorial, empeñada en la alfabetización en Chile, tenía grandes tirajes de libros y revistas a precios asequibles para cualquiera.  Comenzó, Guidú, a los 12 años coloreando la famosa revista Condorito, donde su autor, Pepo, se transformó en su mentor.  Más adelante, de su muñeca tomarían vida distintos personajes, siendo quizá el más recordado Mañungo de la revista Cabro chico.  Mañungo era un niño chileno, de las clases populares, que recorría el país acompañado de su fiel amigo, un cóndor.  Guidú, también realizó trabajos para Mampato, Comic nauta y para carátulas de discos, entre muchas otras actividades.

En esta entrevista, realizada en conjunto con el Centro Cultural Proletario, nos podemos adentrar un poco en el camino que se ha trazado este dibujante chileno.