E L   R O M A N T I C I S M O


p o r   O s v a l d o   U l l o a   S á n c h e z

 


"El hombre es un rey cuando sueña, y cuando

reflexiona un mendigo"

Hölderlin

 

"El sueño me parece una valla de protección contra

la regularidad y vulgaridad de la vida"

Novalis

 

"En sueños somos los más excelentes poetas dramáticos

y actores"

Hoffmann

 

"Tocar el cuerpo de una mujer desnuda es tocar

el cielo"

Novalis


 

El Romanticismo es una escuela artística que fue fundada en Alemania en 1798 en la ciudad de Dresde.

 

El Romanticismo nace como la respuesta ideológica a una serie de factores que se dieron en la Europa de fines del siglo XVIII.  En lo político, el Romanticismo alemán significó una ayuda espiritual a su pueblo y buscó despertar la conciencia de su tradición cultural frente a la opresión de las fuerzas de Napoleón.  El Romanticismo en Alemania instigaba a la lucha e incluso literatos como Körner murieron en el campo de batalla.

 

El Romanticismo se extendió por toda Europa, pero en los países donde se expresó con más vitalidad fue en Inglaterra y Alemania.  Algunos teóricos señalan que en Francia se dio el Romanticismo sólo a partir de Baudelaire a mitad del Siglo XIX.  En cuanto a España, se señala que allí no tuvo una existencia real, menos todavía en Hispanoamérica donde fue un mal remedo de lo que se dio en España.

 

Un rasgo importante del Romanticismo es que fue una respuesta al clasicismo que se había adueñado del arte en Europa.  El clasicismo había decaído hasta convertirse en una corriente que se regía por estrictas leyes de la composición que ahogaban la expresión.  El clasicismo tomaba como modelo las culturas de Grecia y Roma:  los poemas estaban llenos de referencias a la mitología antigua y no interpretaban el sentir de los hombres a fines del Siglo XVIII.  El clasicismo en las artes se había convertido en un arte reaccionario, es decir, en un arte acartonado que se sometía a cánones estrictos, que tenía temas determinados y una forma prefijada de tratarlos.

 

En la parte filosófica a fines del Siglo XVIII imperaba fuertemente el racionalismo.  El racionalismo de Descartes, las teorías de Diderot, en resumen, el culto a la razón había llegado a su más alto nivel al concretarse la Revolución Francesa.  Este hecho político (en forma anecdótica se puede recordar que se le rindió culto a la Razón) convulsionó a todo el continente.  Los jóvenes de la época se apasionaron con ese movimiento que aparecía haciendo realidad las consignas de "Libertad, igualdad y fraternidad".  Al poco tiempo la burguesía, que había liderado la revolución, mostró que se convertía en los nuevos opresores del pueblo.  Se acababa la nobleza, pero seguían los campesinos tan pobres como antes.  Además, la crueldad con la que actuaron primero los líderes de la revolución, y después Napoleón, hicieron que se produjera el fenómeno del desencanto.

 

Las ideas del racionalismo quedaron desacreditadas y frente a ellas surgió un movimiento que se refugió en el mundo de lo fantástico, lo mágico, lo misterioso, el sueño.

 

Es interesante, sin embargo, constatar que los románticos vieron que debía mantenerse una unidad entre el sentimiento personal y la acción social, entre la belleza natural y la preocupación por la cuestión política.  No se veía la oposición entre vida comprometida políticamente y quehacer artístico.  También, a modo de anécdota, se puede recordar que los románticos ingleses participaron tan activamente que Wordsworth redactó boletines políticos.  Blake se vio envuelto en un juicio por sedición y Shelly distribuía panfletos en las calles.  El gran poeta inglés Lord Byron murió como internacionalista en la guerra de independencia de Grecia.  Estas actividades no eran marginales, sino que se encontraban ligadas estrechamente al quehacer poético.  ¿Cómo entender que los románticos se refugiaran en el sueño, en la fantasía y, por otra parte, tuvieron un compromiso social muy activo?

 

Esta contradicción se resolvió en diferentes formas y de acuerdo a las características de cada país y cada poeta.  En términos generales se puede señalar que algunas formas como se resolvió esta contradicción fueron:

 

-  Se preocuparon por tema que antes se habían considerado como vulgares.  Por ejemplo, temas relacionados con el campesinado.

 

- Se introdujeron formas populares como las baladas.  También se revolucionó el lenguaje incorporando palabras de uso cotidiano.

 

- Al clasicismo formalista y acartonado se le opuso un exaltado lirismo que iba en contra del racionalismo.

 

- El Romanticismo fue un arte nacionalista que buscó en sus tradiciones particulares material para su expresión poética.

 

- Se buscó la consecuencia.  Es decir, que no existiera una división entre vida y arte.  Esto llevó a que los románticos vivieran en forma muy intensa lo político y lo afectivo, lo cual les acarreó la enemistad de los conservadores.

 

- Se privilegió la sensibilidad, la libertad, la vitalidad frente a la racionalidad fría.

 

- Hubo una vuelta a la naturaleza, al paisaje.

 

- Se desarrolló la teoría de la correspondencia o analogías.  Se señaló que existía una relación entre lo humano y lo cósmico.  La labor del poeta constituía un ser visionario que supiera leer los signos del universo y mostrarlos a los hombres.

 

- Hay una valorización positiva del cristianismo medieval y un tanto supersticioso.  Entre la fascinación por lo relacionado con la magia, la nostalgia, lo enigmático.

 

Algo que es importante de destacar del romanticismo fue que contribuyó a la emancipación de la mujer.  La mujer se convierte en compañera del hombre con un perfil propio y deja de ser un objeto de decoración.  Esto hizo que la relación afectiva de los románticos fuera muy intensa porque tanto el hombre como la mujer tendieron a tener un rol protagónico.  En Francia, un ejemplo notable de la participación de la mujer lo constituyó Madame Stael, autora de novelas y ensayos.  El texto "De Alemania" que editó en 1810 fue destruido por la censura por ser considerado como peligroso para la Francia napoleónica.

 

Acerca de lo que se entendía por el predominio de las ideas románticas, Novalis escribe :  "...el mundo debe ser romantizado.  Así encontraremos de nuevo el sentido original.  Romantizo las cosas al dar a lo vulgar un sentido elevado, a lo común un aspecto misterioso, a lo conocido la dignidad de lo desconocido, a lo finito una apariencia infinita".

 


P O E M A S


 

L o s   o j o s   m á s   b e l l o s

 

Te dio el cielo, feliz criatura,

hermosura, talento y bondad,

y unos ojos que son poesía...

 

¿Todavía, mi bien, quieres más?

He tomado esos ojos por tema

de un poema de gloria inmortal:

¡ningún otro más bellos sería!...

¿Todavía mi bien quieres más?

¡Y tan fino veneno su encanto,

aunque tanto me has hecho penar,

que por ellos feliz moriría!...

¿Todavía mi bien quieres más?

 

Heinrich Heine

 

L a   c o p a   d e l   r e y   d e   T h u l e

 

Hubo en Thule un rey amante

que a su amada fue constante

hasta el día en que murió;

ella, en el último instante,

su copa de oro le dio.

El buen rey, desde aquel día,

solamente en la copa bebía,

fiel al recuerdo tenaz,

y al beber humedecía

una lágrima su rostro.

Llegó por fin el momento,

y a su hijo le entregó el reino

completo, tal como mandaba la ley;

únicamente le negó al heredero

la copa el fiel rey.

En el castillo a la orilla del mar,

(al ver el rey su próxima muerte)

ordena celebrar el último festín.

Al sentirse moribundo el anciano rey

bebe el último trago

y juntando todas sus fuerzas

arroja la copa al mar.

Con su mirada agónica

sigue la caída de la copa

fija y ávidamente:

vio como el mar la sorbía

y sus párpados cerró.

 

Johann Wolfgang Goethe

 

E l l a

 

Se amaban con amor profundo y tierno:

eran ambos ladrones, gente deshonesta;

el fabricaba  ganzúas, y ella, tirada en la cama

a carcajadas se reía.

Pasaba el día alegre y por las noches

en los brazos de él gozaba.  Pero un día

se lo llevaron preso, y ella asomada

a la ventana se reía a carcajadas.

"¡Oh, ven conmigo, ven no me abandones!

-él en su desdicha le gritaba-;

no puedo vivir sin ti", pero la ingrata

meneaba la cabeza y se reía a carcajadas.

A las ocho lo ahorcaron; a las nueve lo bajaban

al fondo de una fría tumba;

a las diez..., a las diez su adorada

bebía champaña y se reía a carcajadas.

 

Heinrich Heine

 

 

A   l a   m ú s i c a

 

Llave de plata de la fuente del llanto,

donde el alma bebe hasta extraviar el pensamiento,

suavísimo sepulcro de múltiples temores,

donde su madre, la Inquietud, se calma

y se duerme, como un niño cansado, sobre flores...

 

Percy Byshe Shelley

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A l   c u m p l i r   m i s   3 6   a ñ o s

 

Ten calma, corazón, ten calma!

¿por qué lates, si no emocionas

ni alegras a otra alma?

¿Para qué lates?

Mi vida, verde parra,

ya dio su flor y su fruto.

Ahora amarillenta ya, otoñal

sin amor.

 

Un viejo volcán enfriado

es mi llama: al cielo infinito

levanta su pasión apagada.

¡Ah, recuerdas!

Temor y esperanza mueren.

El dolor y el placer se fueron.

No me sana ni me hieren.

No son.  Fueron

 

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Deja toda inquietud, cesa

de pensar en la dulzura

o en el terror de la belleza

que no dura.

¿Para qué vivir si la juventud

ya no adorna mi cabellera?

He aquí tu muerte.

Y está bien.

 

Después de tanta palabra dicha,

el silencio.  Es lo mejor.

En el silencio ¿es que no hay dicha?

Y hay valor

Lo que tantos han encontrado

buscas ahora para ti:

una tumba de soldado.

 

Y aquí está.

Todo cansa, todo pasa.

Una mirada hacia el pasado

y vayamos al hogar.

Allí hay paz.

 

Lord Byron

 

S o n e t o   a l   s u e ñ o

 

Suave embalsamador de la aquietada noche,

que sueldas, con tus dedos de roca inadvertido,

los escudados ojos, felices bajo el broche

de sombra en la divina tiniebla del olvido.

 

¡Oh, lisonjero sueño!  Cierra voluntarioso

mis obedientes párpados, o espera que termine

tu himno, antes que alrededor de la cama donde descanso

esparza su calmante piedad tu adormidera.

 

Pero sálvame entonces del día, o su presencia

renacerá en mi almohada con su pasado grave;

líbrame del suplicio de estar despierto y conciente

 

que es como un topo que roe las sombras en la calma.

Diestramente en la dócil cerradura tu llave gira

y séllame el cofre acallado del alma.

 

John Keats

 

A   l a   l u n a

 

¡Oh tú, hermosa luna, yo me acuerdo

de que, hace un año, vine a esta colina

lleno de angustia a contemplarte!

y tú te levantabas sobre aquella selva,

igual que ahora, que la iluminas completamente.

Pero llena de neblina del llanto

que salían de mis ojos, a mi vista

tu rostro yo veía.  Qué difícil era mi vida

y no ha cambiado nada,

¡oh, dulce luna!  Pero tu gozo

al recordar y enumerar las horas de mi dolor.

¡Qué agradable  es en el tiempo juvenil!

(Cuando hay mucha esperanza y breve la memoria)

recordar el pasado, aunque sea triste

y aunque el afán en nuestro pecho dure!

 

Novalis

 

T r a b a j o s   s i n   e s p e r a n z a

 

Versos compuestos el 21 de febrero de 1827

 

Toda la naturaleza parece trabajar.  Las babosa dejan su cubil,

agítanse las abejas...Vuelan los pájaros...

Y el invierno durmiendo al aire libre,

muestra en su rostro sonriente ¡un sueño de primavera!

y yo, mientras, el único ser desocupado,

ni hago miel, ni pareja, ni construyo, ni canto.

 

Sin embargo, bien conozco las orillas donde se mecen los amarantos,

he encontrado la fuente de donde manan corrientes de néctar.

Floreced, oh vosotros, amarantos!  Floreced para quienes queráis,

¡para mi no florezcáis!  ¡Deslizaos ricas, ricas corrientes!

Con labios apagados, frente sin laureles, yo paseo:

¡aprenderíais los encantamientos que adormecen mi alma?

Trabajo sin esperanza seca néctar en un tamiz,

y esperanza sin objeto vivir no puede.

 

Coleridge

 

L a   v o z   d e l   v i e j o   b a r d o

 

Deliciosa juventud, acércate

a ver cómo crece la mañana,

imagen de verdad recién nacida.

La duda se ha esfumado y nubes de razón

oscuras disputas y artificiosas bromas.

La insensatez es un laberinto sin fin;

raíces entrelazadas confunden sus caminos.

¡Cuántos han caído en él!

Tropiezan la noche entera con los huesos de los muertos

y piensan que sólo saben afligirse.

Y quieren guiar a otros, cuando ellos eran los que

necesitaban ser guiados.

 

William Blake